lunes, 15 de mayo de 2017

A la caza del Nobel

A la caza del Nobel

Es una realidad, un secreto a voces, que la ciencia no pasa por sus mejores momentos en España, si bien hay quien pensará ¿Cuándo lo estuvo? Lo que parece incuestionable es que el desarrollo eficiente de un sistema de apoyo a la investigación requiere de un tándem estrategia +recursos que no parece alinearse. En un contexto con este, quizás esté fuera de lugar hablar de premios Nobel, cierto es que han pasado más de 50 años desde el reconocimiento a Severo Ochoa, que supuso el segundo y hasta la fecha último Nobel para un científico español.

Sin embargo, pese a que el panorama o imagen de fondo pueda estar teñida de melancólicos tonos grises, de vez en cuando nos llegan a través de los medios de comunicación, vibrantes  acordes de color que animan al optimismo.

¿Tenemos en España un equipo de visionarios capaces de encontrar el gran hallazgo, el descubrimiento original que valga el reconocimiento de la academia Sueca?

El tiempo lo dirá, pero todo pinta a favor. Una de las mayores preocupaciones que afectan a las sociedades desarrolladas viene de la mano de las radiaciones electromagnéticas, tan dañinas como invisibles en determinadas situaciones. El mundo se mueve gracias a la electricidad, encontrar la solución al problema de los campos electromagnéticos bien se merece un Nobel.

La solución está cerca, así lo advierte Francisco Martín, Consejero de Industria del Gobierno de Cantabria, quien aseguraba el pasado mes de abril, tal y como se recoge en distintos medios de comunicación, respecto a una línea eléctrica de 220.000V que REE prevé construir entre Cacicedo y Astillero, en Cantabria, que contará con los últimos avances tecnológicos  “El cable será introducido en una estructura de hormigón de un metro por un metro, que evitará las afecciones del campo magnético al exterior”. Gracias a esto, se podrá tender el cableado justo al lado de las casas de los vecinos, que gozarán de un entorno libre de campos magnéticos.

Estas nuevas propiedades magneto-bloqueantes que se le atribuyen al hormigón, como alternativa a caras aleaciones metálicas de alta permeabilidad magnética;  seguro que revolucionan el sector del transporte y distribución eléctrica. Con el tiempo veremos como el investigador Cántabro consigue posicionar su descubrimiento, que de partida parece chocar con la opinión de los expertos.

De su éxito puede depender  que alcancemos el codiciado Nobel en ciencias; su fracaso puede abrir las puertas de un Nobel en Literatura, donde España históricamente ha tenido más suerte, si bien la Ciencia Ficción no es un género fácil.